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DIARIO DE HELLEN BROADHURST CONTINUACION

10 de Agosto de 1.8...

Las desdichas, como dijo alguien, no vienen solas. A mi soledad se ha unido nuevamente la presencia del horror. El ha vuelto. Ahora sé que le conozco, que siempre le he conocido y la incertidumbre ha dado paso al más terrible vórtice del horror. Sí, no me cabe la menor duda: la primera vez que le vi, siendo una niña muy pequeña, creí morirme miedo. Y, no obstante, inclusive en aquellos tiempos lejanos, su rostro me resultaba familiar. ¿Dónde había visto antes una faz semejante?, me preguntaba ya por aquél entonces, pues tenía una angustiante certeza de que su cara me era conocida. Pensé, en un principio, que eran las facciones del señor Black, el monstruo de todos los niños del pueblo quien, en vida, había asesinado a su esposa y a sus dos hijas. Volvía por las noches para llevarse a los niños desobedientes y despellejarlos, como había hecho con los suyos propios. Sí, eso decían las personas mayores y, por tanto, debía ser cierto. Durante el día se ocultaba en el armario y, al llegar la noche, cuando mi madre apagaba la luz y cerraba la puerta del dormitorio, salía de la tiniebla del armario, más densa que la de la habitación y se dejaba ver con todo su terrible aspecto. Mi padre decía que no debía dejar la luz encendida, pues la oscuridad era la forma más adecuada de mantener a raya esos miedos infantiles. Así, con el tiempo, se irían. Creo que eso fue realmente lo que sucedió, pero mientras tanto yo tenía que enfrentarme cada noche a aquellos oscuros temores. Cada noche, cuando los pasos de mi madre se perdían en el piso inferior, la puerta del armario se entreabría un poco (esto lo puedo afirmar en base al leve ruido que llegaba hasta mis atribulados oídos infantiles, pues en aquellos instantes todavía no era capaz de discernir nada) y yo podía ver el rostro pálido y la expresión de los ojos del señor Black. ¡Cuanta maldad había en su mirada ardiente!. He de constatar que más que ver con mis propios ojos, lo hacía, digámoslo así, con los de la mente, al igual que el hecho de escuchar sus voz. No obstante, tampoco puedo afirmar esto último, todo era tan confuso y angustioso que no podría aseverar nada en un sentido o en otro. Tal vez participara en mi percepción uno de esos extraños fenómenos que algunos científicos comienzan a estudiar en nuestros días y que se rotulan bajo el nombre de percepción extrasensorial. No lo sé, si bien lo que ha dejado en mí una huella indeleble ha sido su voz, su rostro, su maldad y la presencia del terror, el terror en estado puro.
¿Qué había en sus facciones para que me resultase tan repelente?. Sin lugar a dudas era el mal, esas maldad primigenia, a la cual ningún humano puede substraerse sin palidecer, esa oscura realidad que llevamos dentro desde que el primer hombre holló con su planta el mundo. Su voz, la voz de Black el asesino, no era natural, pero dominaba, rasgando el alma como un puñal y jugando con ella a su capricho. Sus dedos, largos y sensuales, coronados por largas uñas de fiera, apretaban cada noche mi garganta, casi hasta la asfixia, pero sin que esto sucediese jamás. Yo notaba que algo raro pasaba, como si se me fuera la vida, como si cada hálito de mi existencia me fuese sustraída, pasando a su cuerpo fantasmal por mediación de sus dedos. Después, noche tras noche, oprimía su boca contra mi cuello y aquello era lo peor porque, como cada crepúsculo, creía que había llegado mi fin. Yo retenía el aliento, transida por el espanto, durante lo que parecía ser una eternidad, sin fuerzas ni voluntad para oponerme. -Yo soy el Señor de las Pesadillas -había dicho él.
Y desde entonces supe que tenía un dueño.
Ahora, aquí, en este paraje inhóspito, lejos de la civilización, se han reavivado mis antiguos terrores. A los fantasmas del pasado, esos que nunca dejan de acecharnos, se ha unido en mí la soledad, el más profundo sentimiento de abandono. Me encuentro terriblemente sola, desvalida y también asustada, aunque visto objetivamente, apelando a la fuerza de la razón, no hay ningún motivo por el cual yo deba sentir miedo. Tania es una mujer amable pero, por razones obvias, no puedo compartir con ella mis desdichas. Y si así fuera, no obtendría la solución deseaba. Aunque es una nativa y cree a pies juntillas las tradiciones locales y no me tomaría por loca por dicho motivo, el comunicarle mi angustia la asustaría muy posiblemente y no resulta conveniente perder un servicio tan diligente como el que disponemos. Además, tampoco deben hacerse confidencias a los criados. A ello debo añadir que por mi carácter, desde la infancia tímido e introvertido, no me atrevo a entorpecer las investigaciones del más voluntarioso de los profesores, ni tampoco debo representar un obstáculo para su carrera. Si al menos pudiese ayudarle en sus estudios, me sentiría útil y un tanto aliviada. Si pudiera acompañarle en sus trabajos de campo, se paliaría mi soledad y recobraría el humor pero, a este respecto, únicamente me queda el recurso de darle ánimos y ser solaz para sus fatigas, dado que es ese mi deber como esposa y, por lo demás, nunca podré estar a su altura. En ocasiones pienso que el único beneficio que obtuvo Shepherd de nuestro matrimonio fue ensanchar sus ya de por sí repletas arcas, aparte de mitigar esa vaga pasión primigenia que parece ser tan perentoria para el común de los hombres. Dicen que su satisfacción les proporciona cierto equilibrio... Ni siquiera le he dado un hijo, pero esto parece no importarle, pues nunca menciona el asunto. Tal vez no lo haga porque sea para él doloroso. No lo sé. El está demasiado ocupado para reprocharme nada. De lo contrario, me rompería el corazón... ¡Que tonta soy, no puedo reprimir las lágrimas!. Pero debo apartar de mi cabeza estos asuntos; de poco vale conturbarse por posibilidades o preteribles. Dejemos que la vida siga su curso y ya veremos.
El día ha transcurrido como tantos otros, sin pena ni gloria. Cuando, ya de noche, me disponía a subir a mi habitación, el portón principal chirrió sobre sus goznes y oí a Tania hablar en dialecto con alguien. Después la puerta se cerró y la sirvienta subió al dormitorio. Me entregó un billete del doctor von Ashaer, dirigido a mi esposo. Se lo daré cuando regrese. ¿Cómo estará?. ¿Le habrá sucedido algún percance?. He de confiar en que todo haya transcurrido sin inconvenientes. Mi esposo es una buena persona pero, a menos que se produzcan cambios extraordinarios, morirá siendo un excéntrico, rodeado de montones de libros y apartado de la sociedad. Es un profesor destacado de Oxford y, en la edad provecta y sin lugar a dudas, llegará a engrosar la lista de los eméritos. Es uno de esos personajes singulares, uno de esos sabios egoístas para los cuales no hay otra cosa en el mundo que su biblioteca, su laboratorio y sus clases. No me atrevería a afirmar que descuida sus obligaciones maritales, pero sí que las reduce a casi un mínimo... ¡En ocasiones, como desearía ser uno de esos animaluchos para disfrutar de su compañía!. Supongo que los sabios son así y que sus esposas son infelices. Y, no obstante, viéndolo, ninguno sospecharía que es un hombre de ciencia, porque su porte es el del aventurero antes que el del pensador. Es un hombre alto, de complexión atlética, con una salud de hierro y gran impetuosidad. Su fino bigote le da un aire sumamente atractivo, del cual pienso que no es plenamente consciente, y su fisonomía, en general, es más mediterránea que anglosajona. Tal es el personaje que amo y admiro, tan profunda e intensamente. Sus ojos azules, bajo el espeso cabello negro, miran con densidad y de un modo soñador. Me esfuerzo en hacerle feliz, aunque mis empeños no despierten más su interés que el vuelo, la fisiología o los insoportables chirridos de sus horribles bestiezuelas -sujetos experimentales se denominan en el argot técnico... ¡Dios mío, que vuelva sano y salvo!... Que débil soy, he vuelto a llorar.

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OBRA PUBLICADA A)CIENTÍFICA: 8 libros de Psicoterapia y Sexología (editorial Promolibro, valencia). 36 artículos especializados en diversas revistas (redactor de Cuadernos de Medicina Psicosomática y Psiquiatría de Enlace, www.editorialmedica.com, y los artículos y otros textos se relacionan en la web). B)NARRATIVA: “La conciencia de la bestia”, edición privada, finalista (de los 15 finalistas) del Premio Planeta de Novela de 1997. “La ciudad desvanecida”, relato seleccionado por concurso de la revista Escribir y Publicar en su editorial Grafein Ediciones, Colección Escritura Creativa, integrante del volumen de cuentos ASI ESCRIBO MI CIUDAD (2001). “Descensus ad Inferos”, lo mismo que antes, pero este cuento pertenece al libro de cuentos “32 MANERAS DE ESCRIBIR UN VIAJE” , Grafein Ediciones (2002). “Maltidos. La Biblioteca olvidada”, Iván Humanes Bespín y Salvador Alario Bataller, Grafein Ediciones, Barcelona, (2.006). "101 coños, Ilustraciones y breves" (2008), Carlos Maza Serneguet, Salvador Alario Bataller e Iván Humanes Bespín. Ilustraciones de Vanesa Domingo Montón, Grafein Ediciones, Barcelona. "Antología Iberoamericana de MIcrorelatos" (2008),coautor, Ediciones Lord Byron, Madrid (en prensa) La acre lácrima (2006), novela, en http://www.lulu.com/alario7 Un estudio crítico del Necronomicón Apócrifo (2006), ensayo, en http://www.lulu.com/alario7 Las aventuras carpatianas del profesor Exhorbitus (2006), novela, autoedición, en http://www.lulu.com/alario7 Astrum Argentum . La vara del mago (biografía novelada de Aleister Crowley) (2006), novela, en www.lulu.com, en http://www.lulu.com/alario7 El murciélago monstruoso (2006), novela, en http://www.lulu.com/alario7 Nunca volví de cuba (2007), novela, en www.lulu.com, http://www.lulu.com/alario7 Cuentos en www.narrativas.com: Espejos (2007), Los pequeños (2007). La angustia última (2008). Lo que trajo la noche (2008). OBRA INÉDITA: Las nocturnidades de don Arturo del Grial, (2002), novela. Los ojos del moro (2003), novela. El doctor amor y las mujeres (2006), novela. La trama sináptica (2007), novela. Historias de amor, muerte y trascendencia (2007), novelas (dos novelas breves relacionadas). Los estados intestinales (2007), novela. Cuando cazaba pelos (2008), novela breve Cuentos completos (1999-2008) Blogs: http://clinica-psicomedica.iespana.es http://alario1.blogspot.com http://undostrescuentos.blogspot.com http://undostrescuentos2.blogspot.com http://elloboylaluna.blogspot.com http://lasnocturnidades.blogspot.com http://nohaymentesincerebro.blogspot.com
 

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